Capítulo 30

Me costó bastante encontrar la calle donde estaba el restaurante italiano pero, por suerte, Rachel sabía donde era. Encontramos una mesa libre y tras sentarnos ambas pedimos pizza. Mientras esperábamos que la comida llegara retomamos la conversación:
-Creo que debes hablar con mi hermano-no me miró cuando lo dijo.
-No, yo no…-no supe que decir aunque en el fondo sabía que lo que me faltaba era valor. Suspiré.
Rachel continuó sin mirarme. Pasaron unos segundos eternos hasta que habló.
-¿Qué te parece si nos olvidamos de esos dos un rato? Estoy segura de que no están pensando en nosotras-sonrió. Le devolví la sonrisa, algo aliviada.
La pizza no tardó en llegar. Llevaba mucho tomate y queso italiano, contenía un montón de especies que no logré identificar junto con las más típicas como el perejil y el romero.
-Está buenísima-dijo Rachel con la boca llena. Asentí con la cabeza.
Comimos en silencio. Un camarero vino a preguntarnos si querríamos postre. Rachel asintió con la cabeza pero yo negué. Rachel pidió Pannacotta, sonreí al recordar la vez que fui a comer con Mike y él pidió eso.
-¿De qué te ríes?-le conté lo que había recordado-¿No te dije que nada de pensar en ellos?-me regañó. Asentí recordando nuestro pacto.
Cuando Rachel terminó pagamos y salimos del local.
-¿A dónde vamos?-no contestó ya que su móvil comenzó a sonar.
Sonrió y contestó:
-¿Ya nos echáis de menos?-preguntó en tono meloso. Calló escuchando lo que le decían al otro lado de la línea-Oh, vamos no seáis pesados-volvió a quedarse unos minutos en silencio-Luego os llamo-colgó y murmuró-Pesado-pero por su rostro se extendió una sonrisa.
-¿Eran ellos?-pregunté.
-Sí, que si ya comiéramos y así quedábamos. ¡No pueden vivir sin nosotras!-exclamó divertida.
-¿Qué vamos hacia donde están?-negó intensamente con la cabeza-¿Entonces…?
-Vamos a Central Park-dijo muy segura. La miré sin comprender-Es que ellos están muy lejos, entonces cuando nos cansemos de hacerlos esperar los llamaremos para que vengan-rió-Eso no es todo. Estaremos un poco en Central Park y luego les pediremos para ir otra vez a donde están ellos-soltó una carcajada, reí con ella. Me gustaba la idea de hacerlos rabiar-Ya verás que cara ponen-seguimos riendo hasta nuestro próximo destino.
Llegamos a Central Park y buscamos un sitio para tumbarnos. Encontramos una explanada prácticamente vacía y nos sentamos a esperar y a maquinar el plan. Debía ser perfecto. A los veinte minutos los llamamos. Empezaron a quejarse pero aceptaron. Cuando hablamos con ellos apenas fuimos capaces de contener las carcajadas. Pero hicimos esfuerzos por parecer normales y que no sospecharan nada. Tardaron en llegar. Un silbido nos llamó la atención y vimos a dos chicos agitando la mano en nuestra dirección. Nos incorporamos y les devolvimos el gesto pero no nos acercamos
Jake y Rachel se saludaron con un beso en los labios aunque Mike estaba delante. Nosotros nos quedamos parados a una distancia prudencial, mirándonos. Desde el amago de beso (no se le podía llamar de otro modo)ambos estábamos muy tensos. Sonreí dudosa. Una radiante sonrisa se extendió por su rostro. Rachel y Jake se acercaron y nosotros respiramos, aliviados. Nos sentamos en la hierba. Estaba nerviosa. Si a partir de ahora me iba a pasar eso cada vez que estuviera cerca de Mike… Estuvimos cerca de una hora tumbados, sin hacer absolutamente nada. Rachel levantó la mano. Era la señal. Comencé con mi discurso:
-¿Porqué no vamos a dar una vuelta?-levantaron las cabezas y me miraron-Venga, vamos a Times Square-me levanté y Rachel me siguió tirando de Jake.
-¿Estáis locas? Venimos de allí-protestó Mike.
-No me di cuenta-mentí. El plan salía a la perfección.
-Venga, vamos-Rachel habló con esa voz melosa de antes y le puso ojitos a Jake.
-Está bien-se rindió. Ella como agradecimiento le dio un corto beso en los labios.
Mike bufó y se levantó del suelo. Nos encaminamos hacia Times Square. Los dejamos ir delante y nosotras empezamos a hablar en voz muy baja, una al oído de la otra.
-Esto está saliendo genial-dije.
-Sí, se lo están tragando todo-rió Rachel.
-Se van a poner como basiliscos cuando les contemos que es una broma.
Ambas reímos. Mike y Jake se giraron:
-¿Qué estaréis tramando vosotras dos?-Mike retrasó el paso para acercarse a nosotras.
Rachel comenzó a acercarse a Jake y yo le lancé una mirada de desespero. Me apretó la mano y empecé a caminar con Mike. Noté que me miraba de reojo. Me puse nerviosa. ¿Qué le decía? Su mano buscó la mía, Mis nervios aumentaron pero no me solté. Intenté relajarme. Inspirar, expirar, inspirar, expirar. Estaba tan concentrada que no vi el adoquín por lo que tropecé y si no llega a ser por Mike me habría chocado de bruces con el suelo. Me sujetó.
-¿Estás bien?
-Si, sí…
-¿No te has torcido el tobillo?
-No, no ha pasado nada-estábamos muy cerca, nuestros rostros casi rozándose. Sentí el impulso de besarle. Mike se apartó y seguimos caminando en silencio.
Al cabo de un rato caminando a paso rápido llegamos a Times Square. Nos acercamos a un Starbucks cercano y encontramos una mesa libre. Nos apresuramos a sentarnos y a pedir. Hablamos de que planes había para el día siguiente. Ese día había una actuación en Central Park por la noche y quedamos en ir todos juntos. Quedaríamos a media tarde, daríamos un paseo y luego cenaríamos pronto para no perdernos el concierto. Cuando todo estuvo planificado salimos y nosotras empezamos a caminar en dirección contraria a nuestras casas.
-Ey, creo que os confundís de dirección-dijo Jake señalando el otro lado.
-¿No damos un paseo?-preguntó inocentemente Rachel.
Las caras de Mike y Jake fueron un poema y nosotras estallamos en carcajadas.
-¿De que os reís?
-De vosotros-consiguió decir Rachel-Todo es una broma-dijo, ya más seria. Nos miraron sin comprender-Lo de pasear, haceros ir a Central Park y luego hasta aquí era una broma.
Se miraron y se acercaron, rápidos. Jake cogió a Rachel y le susurró algo al oído tras besarla. Ambos rieron. Mike se acercó a mí y me sujetó las manos. Me las puso a la espalda. Me apartó el pelo de la cara. Mi corazón empezó a latir, acelerado. Un sentimiento brilló en sus ojos azules pero, sacudiendo ligeramente la cabeza, se apartó de mí.
-Vamos a casa. Empieza a hacerse tarda-todos le dimos loa razón a Jake y comenzamos a caminar hacia nuestras casas, todos inmersos en nuestros propios pensamientos
.

Bookmark the permalink. RSS feed for this post.

6 Responses to Capítulo 30

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. Xiki, un fragmento que debería estar a mitad está al final :S Cuando he empezado a leerlo me quedo: y eso¿? jejejeje
    Genial pero quiero que se besen de una vez :P

    ResponderEliminar
  3. tiene que haber un boton que diga: ¡quiero más!
    el capitulo genial como siempre! :D

    ResponderEliminar
  4. Hola :)
    soy del blog http://cristina-lunallena.blogspot.com/ he empezado a leer tu historia y me gusta mucho :) ire leyendome poco a poco los capitulos :D Me encanta como escribes! te sigo espero que me leas y me sigas tambien! besitos

    ResponderEliminar
  5. me he leído todos los capítulos, y el comienzo es muy rápido pero después se pone MUY interesante y estoy deseando leer el próximo!! qué rabia me da que sabiendo los dos la situación no se den un beso jajajja pero es genial :D

    ResponderEliminar
  6. Puff, no puedo más que nervios!! Tu libro me super encanta demasiado!! Esque es buenísimo!! y eso es quedarse corto!! me encanta :D

    ResponderEliminar

¡Hola! Alguien que se acuerda de comentar y hacerme feliz :) ¡¡Recuerda confirmar que no eres un robot!! xD
PD: Agradeceré tu comentario mientras no sea spam.


Search

Swedish Greys - a WordPress theme from Nordic Themepark. Converted by LiteThemes.com.