Capítulo 37

-¿No te habrán agobiado mis padres?-se preocupó Mike.
-No, tranquilo ¿a si que yo soy la chica que te trae loco?-sonreí.
Se sonrojó. No contesto.
-Miiiiiiiike-le acaricié el pelo, despacio-No has contestado a mi pregunta-no me miró y su silencio se hizo más pronunciado-No vas a contestar a mi pregunta, ¿verdad?
-Está bien, si no, no vas a parar. Sí, me traes loco desde que viniste de Barcelona y te presentaste a pedir trabajo en la heladería-suspiró y continuó, dejándome de piedra-Cuando no estoy contigo solo pienso en ti-sacudió la cabeza-¿Contenta?
-Contentísima-lo besé y, a continuación, ambos sonreímos-He de admitir que me pasa lo mismo.
-Me alegro de que digas eso-no me miró cuando pronunció esas palabras que sembraron dudas en mi interior.
Lo miré con el ceño fruncido, interrogante.
-¿Qué querías decir con eso?
-Nada-parecía arrepentido, como si no quisiera habérmelo dicho.
-Ahora me lo dices-odiaba que la gente insinuara cosas y luego no te explicara a que se habían referido.
-No era nada, cosas mías-me besó y me perdí en sus labios de tal manera que luego me costó volver a la realidad.
-¿Me estás intentando distraer?-pregunté, divertida.
-¿Yo? ¡Qué va!-volvió a besarme.
-¡Mike!-exclamé-¡Dime ahora mismo lo que has insinuado antes! Por favor o me enfadaré-dije.
-¿Te vas a poner en plan niña de siete años que ha cogido una rabieta?
-Si hace falta…
-Está bien. Ya es la segunda vez que consigues que te cuenta algo que no quiero-le lancé una mirada asesina y se apresuró a comenzar con las explicaciones mientras comprábamos los billetes a Long Island-Pensé que solo estabas conmigo porque…-se detuvo-Porque no podías estar con Diego.
Lo miré, horrorizada. ¿Creía que todavía sentía algo por Diego? Mira que era tonto… pero lo quería.
-¿Cómo puedes pensar que siento algo hacia él? Soy masoca pero no tanto-exclamé.
Se encogió de hombros.
-¿Te acuerdas del día que conocí a Rachel?-él asintió-Pues ya me dijo que podías ser bastante imbécil pero no imaginaba que lo fueras tanto-sacudí la cabeza, fingiendo entristecerme.
-Haberle hecho caso-rió.
-Touché.
El metro llegó y subimos. Nos sentamos juntos, cogidos de la mano.
-Mis padres deberían cambiar de trabajo-soltó Mike.
-¿Por?
-Deberían trabajar en la policía, haciendo interrogatorios, después del que te hicieron hoy…-reí pero no le llevé la contraria.
Empecé a sentir sueño. Con la cabeza apoyada en la ventanilla entreabierta, dejando que la brisa me meciera cerré los ojos cayendo bajo el influjo del sueño.

Bookmark the permalink. RSS feed for this post.

One Response to Capítulo 37

¡Hola! Alguien que se acuerda de comentar y hacerme feliz :) ¡¡Recuerda confirmar que no eres un robot!! xD
PD: Agradeceré tu comentario mientras no sea spam.


Search

Swedish Greys - a WordPress theme from Nordic Themepark. Converted by LiteThemes.com.