Capítulo 5

Permanecimos un rato sentados hasta que nos obligamos a marcharnos, se empezaba a hacer bastante tarde. Con las manos entrelazadas caminamos por las calles de Barcelona. El sol nos iluminaba, prometiéndonos que estaríamos siempre juntos y él sería nuestro protector. Abril suspiró y apoyó la cabeza en mi hombro. Le di un beso en la cabeza.
-Mike-dijo.
-¿Qué?-pregunté sin demasiado interés.
-Es que mis padres saben que tengo novio y quieren que se los presente-me paralicé y la miré con la incredulidad reflejada en mis ojos.
-¿¿Qué??-exclamé casi gritando. ¿Conocer a sus padres?
-No te asustes, hombre, si son muy majos-rió y tiró de mí para que continuara caminando.
-¡Contigo porque eres su hija! Pero, yo soy su novio y me van a matar-dramaticé.
-Tú vales para actor de drama-rió-Venga, si no no me dejarán tranquilos-exclamó adivinando mi respuesta.
-¡Es un no rotundo!-exclamé.
-Venga-dijo con voz melosa y poniendo ojitos, imitando a Rachel. La verdad es que lo hacía mucho mejor que ella o a mí me era imposible resistirme. Hice lo posible por no ceder y dirigí la mirada a algún lugar indefinido.
-No, lo siento pero no quiero morir-bromeé.
Me golpeó el brazo y siguió insistiendo.
-Venga, que estoy yo para protegerte-añadió.
-Bueno, si estás tú me quedo más tranquilo-comencé a ceder.
-Eso, eso que yo te protejo, vengaaa-continuó.
-Está bien ¿cuándo iríamos? Lo digo para ir preparando el testamento-reí.
-Pues supongo que en un par de días, primero tendría que hablar con mis padres. Me alegro de que aceptaras, no era justo-puso morritos.
-¿El qué?-pregunté sin saber a que se refería.
-Yo conocí a tus padres en Manhattan y ahora a ti te toca conocer a los míos-exclamó, resuelta.
Gruñí pero no repliqué. Estaba nervioso.
-¿Te apetece comer hoy con ellos? Creo que no tenían nada que hacer y si les llamo tal vez…
-¡No!-la interrumpí-Déjame un par de días para preparar un discurso.
-No seas tonto anda, cuando antes pase mejor-rió.
-Bueno, hagámoslo así-dije.
Su móvil empezó a sonar. Lo sacó y se quedó mirando la pantalla, repentinamente seria.
-¿Quién es?-dije mirando por encima de su hombro.
Tapó el móvil mientras rechazaba la llamada.
-Nadie, una amiga-contestó, sonrojándose.
Volví a mirar porque me pareció que mentía. No era ninguna amiga. El nombre que brillaba en la pantalla era el de un chico.

Bookmark the permalink. RSS feed for this post.

Leave a Reply

¡Hola! Alguien que se acuerda de comentar y hacerme feliz :) ¡¡Recuerda confirmar que no eres un robot!! xD
PD: Agradeceré tu comentario mientras no sea spam.


Search

Swedish Greys - a WordPress theme from Nordic Themepark. Converted by LiteThemes.com.